En el 2005, al releer los recuerdos de mi mamá sobre su familia, Osorio y Menda, pensé que yo tenía datos sobre esos parientes que ella no mencionaba. Además, yo también tenía mucha información sobre la otra rama de mi familia, los Cupello, y decidí que debía escribir al respecto, de otra manera estos eventos serían desconocidos para las siguientes generaciones. En la navidad de ese año terminé una primera versión donde citaba dichos detalles y otros que recopilé, ampliando lo que escribió mamá, y donde también incluía a los Cupello. Un año más tarde escribí también sobre la familia de Diana, los Brugnoli Iriarte. En ambos casos he anexado más información en la medida en que ésta me ha ido llegando.

En sus escritos mi mamá solo se refiere a sus abuelos, bisabuelos o tatarabuelos, y esto es correcto, la memoria es siempre subjetiva, por esta razón, las vivencias de una familia, así como la historia del mundo, deben verse desde cierta perspectiva, ya que la admiración o antipatía que sentimos hacia nuestros contemporáneos distorsionan el verdadero carácter de las personas. Siguiendo este razonamiento, acá me refiero a mis padres, tíos, hermanos o hijos solo de paso.

Debo decir que he disfrutado mucho al escribir estos recuerdos, quizá digan que me extendí un poco en hablar de la historia del momento, pero cuando uno se refiere a una persona hay que ponerla en su contexto histórico, social o cultural, ya que cada uno de nosotros nos criamos y actuamos en un tiempo con características especiales, y es así como podremos comprender los actos y las motivaciones de nuestros antepasados; como dijo el filósofo Ortega y Gasset: «Uno es uno y sus circunstancias». Aclaro también que no inventé nada. Las referencias que hago de estos parientes son totalmente reales, en lo que cabe. Los datos los he tomado de cartas o escritos familiares, de artículos de terceros o de referencias de primera mano que me dieron personas allegadas a ellos y los sucesos históricos que describo fueron tomados de los textos que señalo al final.

Por último, quiero agradecer a mi hermana Marisol y a mi primo Orlando Arrieta que me dieron mucho material que incluí acá. A mi papá, a mi tío Camillo Tosti, a mis tías Luisa y Angelina que me orientaron con sus recuerdos, a Álvaro Hernández, hijo de mi prima Carmen Elena, que consiguió vía internet muchos registros de la familia, a otros primos, que a través del chat de los Cupello Menda enviaron fotos y aclaraciones importantes, a mi prima Myriam Mercedes que me dio muchos detalles sobre nuestros parientes brasileños, y especialmente a mi tía Myriam, que se tomó el trabajo de leer estos apuntes, consultarlos con otros miembros de la familia y darme mucha información que también agregué.